Emotivo homenaje a Miguel Carvajal

Por Esperanza Cabello

Varias decenas de alumnos, profesores y personal del centro se reunieron el pasado viernes para hacer un pequeño homenaje de agradecimiento a Miguel Carvajal, como decía nuestro director, Ignacio Calvo, Miguel es el trabajador más antiguo del centro, pues, aunque su puesto de trabajo ha estado siempre en la empresa "Los Amarillos", Miguel se ha ocupado personalemente del tranqporte de alumnos a Las Cumbres desde 1978, quizás antes de que el centro estuviera a pleno rendimiento.
Después de tantos años de trabajo Miguel se ha jubilado, y son muchísimas las razones que tiene nuestro centro para estarle agradecidos, pues ha trabajado con nosotros más allá del deber profesional, esmerándose para que el servicio fuera impecable, haciendo gala de una paciencia infinita y atendiendo a todo el personal de forma que todos estuvieran satisfechos.
Miguel también ha luchado para que el transporte se mantuviera, y ha hecho "multiplicaciones" de autobuses para que todos nuestros alumnos pudieran llegar a tiempo. En los últimos años el transporte va como una seda, los horarios se cumplen a rajatabla y el tiempo de espera de unos y otros es mínimo.
La idea de construir un centro de enseñanzas medias a la salida del pueblo, de manera que los alumnos de los pueblos de alrededor pudieran acceder con menor dificultad y de centrar el transporte escolar en un solo establecimiento, a fin de abaratar costes, fue muy novedosa, pero nos ha resultado muy difícil mantenerla y ponerla a funcionar al cien por cien.
Y el mérito, además de todos los directivos que han luchado por esto, corresponde, en gran medida, a la labro de Miguel Carvajal, al que todos estamos agradecidos.

La ceremonia de agradecimiento fue muy sencilla y muy emotiva. Todos tenían palabras  de alegría por haber compartido estos años con Miguel, todos querían darle las gracias por haber estado siempre dispuesto para  todos. Ignacio hizo su pequeño discurso "institucional", Domingo le agradeció sus detalles con un afectuoso abrazo, Charo llevó unas palabras llenas de lirismo y sentimiento y después llegó el momento de los regalos. Una placa de parte de todos y un enorme cuadro que José Antonio Martel había pintado para la ocasión.
Para finalizar Miguel dio las gracias a todos por los detalles y por estos años de convivencia y firmó en el libro de visitas de nuestra biblioteca, en el que firman nuestros visitantes distinguidos.
Ha sido un privilegio contar contigo todos estos años, Miguel. Muchísimas gracias de parte de todos los que formamos parte de Las Cumbres. Todo nuestro afecto, nuestro agradecimiento y nuestro cariño para siempre.