TECNOLOGÍA PUNTA DESDE LA BIBLIOTECA
(Presentamos el nuevo aparato de Líneas Informativas Basadas en Reconocimiento Óptico: L.I.B.R.O) El L.I.B.R.O supone un gran avance tecnológico: sin cables, sin baterías, sin nada que deba conectarse o encenderse. Su manejo es tan sencillo que hasta un niño puede utilizarlo. Compacto y portátil, puede usarse en cualquier sitio – incluso si nos hallamos en un sofá junto a la chimenea- y aún así es lo bastante potente como para contener tanta información como un CD-ROM. He aquí cómo funciona: El L.I.B.R.O se confecciona a partir de una secuencia numérica de hojas de derivados de la madera finamente comprimidos, conocidos también como papel (reciclable), cada una de las cuales es capaz de contener millares de bits de información. Las páginas se unen mediante un artefacto denominado cartivana que mantiene las hojas en su correcta secuencia. La llamada Tecnología del Papel Opaco (T.P.O.) permite a los fabricantes utilizar ambas caras de la hoja, con lo que se duplica la densidad de información y se reducen los costes. Los expertos se hallan divididos en cuanto a perspectivas de futuros aumentos de la densidad de información; por el momento, los L.I.B.R.O.S que contienen mayor información sencillamente utilizan más páginas. Cada una de las páginas se analiza ópticamente y la información resultante queda directamente registrada en el cerebro humano. Cualquier movimiento a través del flujo informativo se lleva a cabo de forma digital, un leve gesto con el dedo le lleva a uno a la página siguiente. El L.I.B.R.O puede utilizarse en cualquier momento mediante el mero hecho de abrirlo. Al L.I.B.R.O no le afectan los golpes o caídas ni precisa un ocasional reinicio, aunque al igual que otros artefactos de visualización de datos puede resultar inutilizable si se deja caer al agua. La función de “búsqueda!” le permite a usted trasladarse de manera instantánea a cualquier página y avanzar y retroceder como desee. Muchos incluyen una función llamada “índice” que indica con gran precisión la situación exacta de cualquier información seleccionada para su instantánea localización. Un accesorio opcional, el “marcalibro”, le permitirá abrir el L.I.B.R.O en el sitio exacto en que lo dejó en una sesión previa, incluso aunque usted hubiera cerrado el LIBRO. El marcaLIBRO se adapta a criterios universales de diseño; por tanto, un único marcaLIBRO puede utilizarse en L.I.B.R.O.S de distintos fabricantes. Y a la inversa, en un mismo L.I.B.R.O pueden utilizarse numerosos marcaLIBROS si el usuario desea registrar varios aspectos a la vez. El número de éstos queda limitado tan sólo por el número de páginas del L.I.B.R.O También puede usted introducir notas personales junto a las entradas del L.I.B.R.O mediante unas herramientas de programación, los “Ligeros Artilugios Para Introducir Conceptos Especiales Señalados” (L.Á.P.I.C.E.S). Portátil, duradero y asequible, el L.I.B.R.O está teniendo una excelente acogida y se lo considera precursor de toda una nueva ola de entretenimiento. Además, sus atractivos son tan evidentes que miles de creadores de contenidos se han comprometido a dedicarse al género y según se cuenta los inversores son numerosísimos. Cabe esperar muy pronto una verdadera oleada de nuevos títulos. ELIAS, Maurice J., TOBIAS, Steven E. y FRIEDLANDER, Brian S., “Educar con inteligencia emocional”, Plaza y Janés, Pág. 66.
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Noviembre 2011
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